Discurso de los alumnos y alumnas para el Examen-Demostración 2018-19

Todos los años, los alumnos y alumnas de la Escuela Municipal de Taekwondo de Candelaria, elaboran un discurso que, un alumno y una alumna, leen en el Examen Demostración frente a todos los asistentes.

A continuación compartimos el mensaje de este curso 2018/19. Esperamos que les guste:

"Excelentísimas Autoridades
Técnicos - Auxiliares
Maestros - Familias
Padres - Madres
Amigos - Amigas
Compañeros - Compañeras
Y a todos los que están aquí presentes.

En primer lugar quisiéramos agradecer el poder contar con su presencia, pues aunque no lo crean el que nosotros hayamos llegado hasta aquí también es gracias a ustedes. Son parte de la esencia que nos empuja a seguir mejorando, el entorno cálido y familiar que nos anima cada día a venir a entrenar, el que nos brinda un gran amor incondicional. Solo por eso este día es también para ustedes, porque lo merecen. Porque queremos que vean los frutos de ese pequeño árbol que plantó su semilla en Octubre y por fin ha crecido en Mayo, convirtiéndose en todo lo que por naturaleza está destinado a ser. Destinado a estar.

La Escuela Municipal de Taekwondo de Candelaria está constituida por un frondoso bosque de más de doscientos árboles, de todos los tamaños, formas, frutos y colores. Cada uno de ellos único y diferente, hermoso a su manera, y cuyas raíces se componen de cuatro valores esenciales: Humildad, Disciplina, Constancia y Nobleza. Raíces que representan el arte marcial que practicamos, que recibimos, que respiramos y que entregamos a aquellos que nos rodean. Los mismos valores que crecen en nuestro tallo, en nuestro tronco, en nuestras hojas y en nuestros frutos, todos ellos sanos y fuertes. Porque nos gusta cobijar con sombra en los días calurosos, oxigenar con aire limpio nuestro entorno, ofrecer un lugar seguro a quien lo busque y alimentar con alegría a quien lo necesite. Porque esa es la esencia, lo que nuestro humilde maestro siempre nos recuerda: crecer siguiendo el “Taekwondo de corazón”.

Todos los árboles que aquí se plantan y desarrollan lo hacen a través del significado del Taekwondo, dividido en tres partes: Tae que significa pie, Kwon que significa puño y Do que significa camino. Los mismos que comprenden el mensaje completo “El camino del pie y el puño”, buscando el desarrollo integral conjunto de la mente, el cuerpo y el espíritu mediante la práctica física. Con dichos valores ha crecido esta exuberante vegetación de jóvenes, que prometen resistir con sus fuertes tallos las tormentas, con sus firmes ramas no dejar caer a quien se pose en ellas, y con sus frutos alimentar de vida allá donde las hojas se marchiten, siempre humildes y responsables.

Con tal determinación nos hemos comprometido a seguir ese Taekwondo de corazón, poniendo todo nuestro esfuerzo físico y emocional a prueba, combatiendo contra nuestro ego, superando nuestros límites. Siendo la mejor versión de nosotros mismos. Por eso hoy, ha llegado el día en que mostramos nuestro progreso, el avance de esa lucha interna. El resurgir de la vida, floreciendo igual que la primavera. Un día de esplendor en el que queremos demostrar a todas las familias, a nuestros amigos y seres más cercanos, el cariño y el amor que tenemos hacia ellos, hacia las personas más importantes. Aquellas que también han contribuido en gran medida a que este bosque crezca fuerte, sano y sobre todo puro de corazón.

Por tal motivo quisiéramos comenzar dando las gracias a nuestras madres, padres y tutores, quienes sin su paciencia, cariño y dedicación no estaríamos hoy aquí, leyendo estas líneas y transmitiendo este mensaje. Ellos también merecen su reconocimiento porque les debemos mucho más que sonrisas, abrazos y palabras de ánimo. Les debemos todo el esfuerzo y el infinito amor que ponen por nosotros, por luchar cada día por nuestro futuro y nuestras vidas. Les damos las gracias por el simple hecho de ser nuestros padres y madres, por el solo hecho de existir.

A ti Maestro, quien representas una figura importante en nuestras vidas, te damos las gracias, porque eres el origen y el comienzo de este bonito proyecto del que muchos formamos parte. Por ser la semilla y el gran árbol que lo generó todo. Por enseñarnos tantos conocimientos y valores. Por velar por nuestra propia salud y bienestar. Por ser nuestro modelo a seguir dentro y fuera del Taekwondo, y enseñarnos a ser mejores personas. Te damos las gracias porque sin ti, este día no sería posible.

Como último punto, quisiéramos recordar una cosa más. Algo que no debemos olvidar jamás. Somos quienes somos gracias a nuestros recuerdos, a nuestras experiencias. Seguimos siempre en constante evolución, todos los días, a cada instante. Y en este momento los que estamos aquí incluidos nosotros y ustedes, también lo estamos haciendo ahora, escuchando este mensaje. Deseamos que todo lo que ven, lo que oyen y lo que sienten, les transmita la misma energía, la misma alegría y el mismo amor que queremos regalarles. El mismo amor puro e incondicional capaz de mover montañas, de dejar huella, de cambiar el mundo.

Porque tal y como afirma una frase del escritor Chuck Palahniuk, “El objetivo no es vivir para siempre, sino crear algo que viva para siempre”.

¡¡Muchas gracias!!"



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